En algunos casos, la presión de la vuelta al trabajo llega a ocasionar verdaderos cuadros de estrés agudo, provocando malestar, ansiedad, depresión, disminución del rendimiento, palpitaciones, sudoración, aumento de las frecuencias respiratoria y cardíaca, temblores, cambios de humor, etc.
Estos signos y síntomas de estrés los manifiestan con mayor frecuencia las mujeres.
Algunas recomendaciones para lidiar con la vuelta al trabajo son:
– Recuperar el ritmo de sueño
– Ponerse al día de lo que ha ocurrido
– Actualizar el correo y establecer prioridades
– Hacer ejercicio y volver a nuestra dieta habitual